También conocido como Ficus pandurata, el Ficus Lyrata,es una planta tropical procedente de África, perfecta para interiores. Su nombre es un homenaje a la lira, ya que sus hojas tienen la forma de ese instrumento de cuerda. Otros nombres bien curiosos del Ficus Lyrata son: higuera de hojas de violín, árbol lira o ficus lirado. Debido a sus grandes y espectaculares hojas, ha sido una de las plantas "de moda" durante los últimos años. Que no te extrañe, sus espectaculares hojas y los ejemplares maduros son perfectas para aportar un toque elegante y natural a cualquier espacio. Aunque no es una planta demasiado quisquillosa en cuanto a cuidados, si no quieres quedarte con un palo triste, tienes que seguir unas pautas y sobre todo escuchar a tu planta. En este post te explico las claves para triunfar con tu ficus.
Botánica básica
Guía de cuidado
Plagas
Problemas y soluciones
Básicos
Empecemos con lo básico. El Ficus Lyrata es un árbol perenne que en su lugar de origen puede llegar a alcanzar los 20 metros de altura, si bien en cultivo, su altura más común se sitúa entre los 7 a 10 metros. No te preocupes que en casa no suele superar los 2-3 metros y tampoco florece. Su tronco es corto, grisáceo y con la corteza algo fisurada. Si no sufre heladas produce una densa y redondeada copa. Es originaria de África Occidental, en concreto la zona que va desde Camerún al oeste hasta Sierra Leona, donde crece en las tierras bajas de selva tropical.
Sus grandes hojas, las cuales sobrepasan fácilmente los 25 centímetros de largo son uno de sus grandes atractivos ornamentales. Estas son alternas y coriáceas, rígidas y glabras (Las hojas y los tallos que no contienen pelos o tricomas se llaman glabras) en ambas superficies. Como hemos dicho tiene una forma peculiar estrechándose por debajo de la mitad con la base cordada y formando dos lóbulos que a veces se solapan. Su color es verde oscuro más o menos brillante en el haz y más claras y mates por el envés. Este brillo es muy potente cuando es cultivada en invernadero. Y cuando no se nos olvida limpiarle las hojas y se llenan de polvo.
Guía de cuidados
Riego
El truco: riega cuando el sustrato empiece a secarse. Los ficus pueden resistir periodos de "sequía" pero lo que peor llevan es tener las raíces encharcadas.
Evítalo utilizando una maceta con agujeros en la parte inferior. De este modo, el agua irá a parar a un plato o un cubremacetas. Si el sustrato estaba bastante seco, es probable que el agua escurra directamente sin empapar el sustrato y en la práctica, es como si no hubieras hecho nada, porque lo importante es hidratarlo. Una opción es esperar unos 30 minutos y dejar que la tierra se empape, o regar por inmersión con cuidado de que no se encharque.
La frecuencia de riego dependerá de la estación del año, y el diámetro y material de la maceta. Reduce en invierno y aumenta en verano. Ah! El tamaño de la maceta importa :)
Si tu planta está en una maceta pequeña tendrás que regarla con más frecuencia por la sencilla razón de que tiene poco sustrato con el que retener el agua. Desde nuestra experiencia, la mejor opción es el inserto de autorriego. Perfecto para que la planta coja el agua cuando lo necesite y para añadir el fertilizante (importantísimo en primavera) con el que alimentar a tu lyrata. Recuerda, a la hora de regar siempre menos que más. Si tienes dudas, puedes utilizar el truco del delo o de la varita de madera para comprobar el grado de humedad. Si la tierra se queda pegada al palito significa que el sustrato está húmedo.
Luz
Busca un lugar en el que reciba luz brillante pero indirecta o solo cantidades limitadas de sol a primera hora de la mañana o a última hora de la noche. La luz es muy importante para todas las plantas y en el caso de los Lyrata, si reciben demasiada luz te lo harán saber secando el borde exterior de sus hojas.
Temperatura
Esta especie es definitivamente una planta de interior, excepto tal vez los meses de verano más cálidos siempre que la humedad sea elevada. Su temperatura ideal se encuentra entre los 10 y 25 grados. No tolera el frío, ni las heladas. Tampoco le gustan demasiado las corrientes de aire. Si ves que sube la temperatura, compénsalo dándole agua para que se refresque en forma de riego, nebulización (flis flis sobre las hojas) o colocando cerca un humidificador.
Humedad
En lo que respecta a la humedad. En mi experiencia, el Lyrata agradece una humedad elevada, los niveles de humedad del 50-70% de la tienda (estamos en Bilbao, en el norte de España) le funcionan muy bien. Si vives en un ambiente seco, hay calefacción o pones el aire acondicionado, es conveniente pulverizar sus hojas a menudo para intentar crear una atmósfera que reproduzca sus condiciones natales. Una solución es colocarlas cerca de un humidificar o colocar un plato en la base de la maceta con bolas de arcilla o greda volcánica y agua - sin que toque la maceta - para aumentar la humedad ambiental. Otro truco es colocar varias plantas juntas, entre ellas cooperan, forman su propio ecosistema y comparten la humedad que generan entre todas.
Sustrato
La mezcla debe ser lo suficientemente gruesa para que drene rápidamente, de modo que sus raíces, amantes del oxígeno, puedan respirar. Una mezcla de tierra recomendada es una combinación a partes iguales de Perlita, mezcla para orquídeas o corte a de pino y fibra de coco picada. Puedes emplear un poco de fertilizante líquido disolviéndolo en agua de riego cada 15 ó 20 días en primavera y verano o bien, optar por clavar barritas fertilizantes cada 2 meses. Desde El Club de las Plantas os recomendamos que uno de los sustratos que le vendrían fenomenal es nuestro sustrato premium. Esta mezcla es un clásico que nunca falla: 🪴turba como base esponjosa
🪴 fibra de coco para la soltura y la jugosidad
😋🪴perlita y vermiculita para aportarle aire y soltura
💃🪴humus de lombriz para nutrirlas
🪱💪🏼🪴tierra de diatomeas como prevención de plagas y aporte nutritivo ☠️🕷 Todas nuestras mezclas de sustrato están producidas de forma local y sostenible en Mungia (Bizkaia)
Trasplante
Trasplanta tu Ficus lyrata a una maceta de mayor tamaño cada dos años, preferiblemente durante la primavera. Cuando lo hagas aprovecha para eliminar las raíces que estén en mal estado, así sanearás la planta. Una vez trasplantado, humedece bien el sustrato con agua y un poco de fertilizante diluido y espera a que drene del todo antes de meterlo en su cubremaceta.
Las 5 claves del trasplante:
Esteriliza las herramientas que vayas a usar, tanto de poda como para ayudarte en el trasplante.
Retira las hojas secas o partes en mal estado. Sin miedo :)
Suelta la tierra en los bordes de la maceta, moviendo un poco la planta para que el cepellón se afloje. Si hace falta, corta la maceta para liberar las raíces.
Extrae la planta procurando no dañarla, pero no pasa nada por eliminar raíces en mal estado.
Pon la planta en su nueva ubicación, cubre el cepellón de sustrato y riega.
Te recomendamos el post de Laura García en el que cuenta su experiencia con su Ficus Lyrata. Seguro que te sirve!
Toxicidad y mascotas
Los Ficus como este se consideran tóxicos para gatos, perros y humanos debido a su contenido de oxalato de calcio. Morder tu ficus no va a matar a tu amigo peludo, pero puede causar irritación, ya que el oxalato de calcio provoca hinchazón y una sensación de ardor en la boca y la garganta. Si tu compi de piso no va a poder resistirse el mordisquear el Philodendron Pink Princess, ¡no te preocupes! aquí te dejamos algunas opciones pet friendly.
Problemas y soluciones
Puede que a lo largo del tiempo que tengas a este tipo de planta en casa veas que tiene algún problema. Por ejemplo, puede que detectes al Ficus lyrata con las hojas débiles o que veas a tu ficus con hojas amarillas o marrones. Aquí van algunos consejos para detectar problemas y cuidar a un Ficus lyrata enfermo y una fantástica guia visual de House plant central:
Hojas secas
Si ves que los bordes de las hojas de tu planta están secas, probablemente se hayan quemado o bien por un exceso de sol directo, o bien por estar expuestas a corrientes de aire seco, como las del aire acondicionado o la calefacción. Aeja la planta de esa zona y retírale las hojas en mal estado.
Hojas Lacias Si las hojas se abarquillan o están muy lacias, no estás regando la planta lo suficiente.
Hojas amarillas
Probablemente te hayas pasado con el agua. Un exceso de humedad atraerá a plagas y hongos: no te excedas en la cantidad de los riegos. Es preferible regar más frecuentemente y en menor cantidad.
Hojas hacia abajo
Seguramente necesitará más luz, pero la orientación de las hojas es un indicador a veces de la necesidad de agua. Lo normal es que las hojas de la parte superior de la planta estén orientadas hacia arriba. Las más antiguas de la parte interior puede ser que estén orientadas hacia abajo, es normal. La cuestión es que si alguna vez vieras que todas las hojas están orientadas hacia abajo, ¡algo está mal! Si hace tiempo que no riegas la planta, ese será sin duda el problema. Riégala abundantemente y cruza los dedos para que se reponga sin perder demasiadas hojas.
Si has llegado hasta aquí... ¡Enhorabuena! acabas de convertirte en un #Lyratalover ¡Gracias por leernos! Para más información no dudes en visitar nuestras cuentas de Instagram, Pinterest y Facebook.
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